Aún en la actualidad, cuando se menciona la palabra “Psicólogo” aparecen muchas concepciones erróneas al asociarlo a que solo se busca este tipo de ayuda cuando aparece un problema mental grave. Existe la tendencia a sentir temor por lo que dirán aquellas personas de nuestro entorno cuando sepan que estamos asistiendo a un Psicólogo.
Sin embargo, en muchos casos cuando sentimos algún síntoma asociado a una posible enfermedad vamos de inmediato a consultar un médico. Ir a un centro de salud no es cuestionado por nadie, siempre que nuestra atención en el mismo no esté asociada a la salud mental o emocional. Sí, nos cuesta mucho trabajo ir a un psicólogo porque continua existiendo muchos tabúes, miedos y desconocimientos.
Lo anterior resulta muy paradójico en un mundo actual movido por la incertidumbre, la ansiedad, los miedos, la depresión, el estrés y otros muchos aspectos que en muchas ocasiones nos inmoviliza en todos los espacios en donde nos desarrollamos. Es un momento en donde aprender a gestionar nuestras emociones nos permitiría una mayor sensación de equilibrio con nosotros mismos y con todos los que nos rodean. La ayuda de un profesional de la psicología, puede hacer de nosotros una persona más fuerte y con mayores potencialidades asociadas a lo emocional.
Desde esta perspectiva, ¿cuál es la causa por la que deberíamos asistir a un Psicólogo?
En primer lugar, con un profesional de la psicología podemos lograr mucho de nosotros mismos. Nuestra vida transcurre en las prisas cotidianas y la mayoría de las veces carecemos de un espacio solo nuestro en donde podamos conocernos mejor y acceder a todas nuestras potencialidades como seres humanos. Un acercamiento a nuestro mundo interior nos posibilita una comprensión de aquello que en ocasiones nos molesta, no nos deja avanzar, nos frustra y nos hace caer en situaciones de depresión, ansiedad o estrés.
De igual manera, se logra una mejora en cuanto a las relaciones interpersonales. En muchas ocasiones, el ser humano tiene como tendencia el poner en los otros la fuente de nuestros problemas, dificultades y tristezas. Aun cuando la convivencia con las personas que tenemos en nuestro entorno no siempre es la más adecuada, la ayuda de un psicólogo permitiría resolver conflictos y generar una mejor armonía.
La salud mental es fundamental en el manejo de nuestra vida cotidiana, debido a que la misma se relaciona con la capacidad que tenemos para sobrellevar problemas, en la toma de nuestras decisiones, en la forma en que nos relacionamos con la gente a nuestro alrededor y en cómo reaccionamos ante las adversidades presentadas.
Con la ayuda de un especialista resulta más fácil la superación de una crisis existencial que tenemos en ciertos momentos de nuestras vidas. El no enfrentar estas crisis de manera productiva, pueden traer consecuencias a largo plazo en todos nuestros espacios de interacción.
Simplemente, acudir al Psicólogo nos permitirá un mejor desarrollo como individuos, como los seres complejos que somos, así que sin importar aún los tabús relacionados al “Psicólogo” recuerda que primero está tu estabilidad emocional, mental, personal y hasta física y la de las personas que te rodean. Cuando mejoramos con nosotros mismos, mejoramos con todo lo que nos acompaña.
Realizar una inversión en nuestra salud mental es la mejor inversión que podemos hacer por nosotros mismos y por todos los que nos rodean. Desde esta mirada, consideramos fundamental buscar un espacio en donde más que un paciente tú puedes convertirte en el motor impulsor de tu propio destino. Para esto es necesario crear un ambiente en donde lo más importante eres tú y todo lo que es importante para ti.