Incontinencia Urinaria

La incontinencia urinaria o pérdida del control de la vejiga, es una afección común en el mundo que afecta a todos los grupos de edad y a ambos sexos, y deriva en problemas sociales e higiénicos.

Aunque puede mejorar con un tratamiento adecuado, la incontinencia urinaria es una patología infradiagnosticada y en muchos casos poco tratada, que puede abarcar desde un problema menor hasta uno mayor que afecta en gran medida su vida diaria y la autoestima, desde perder orina ocasionalmente cuando se tose o estornuda hasta tener una necesidad de orinar tan repentina y fuerte que no se llega al baño a tiempo.

La incontinencia urinaria es está asociada a otras enfermedades o al proceso natural de envejecimiento, entre las que encontramos:

•    Las vinculadas a la mujer, sea después de pasar por un embarazo, un parto o la menopausia.
•    Las afecciones vinculadas al envejecimiento, cuando los músculos del tracto urinario se debilitan.
•    En los hombres con problemas de próstata.
•    En procesos post quirúrgicos urológicos (prolapso, próstata, vejiga).
•    En caso de enfermedades urinarias de repetición.
•    En ciertos casos con problemas de salud, como diabetes, obesidad o estreñimiento prolongado.
•    Por defecto congénito en la estructura del tracto urinario.
•    En deportistas de alto nivel de entrenamiento.

Mas de 400 millones de personas padecen incontinencia urinaria en el Mundo, y en España se estima que hay 6,5 millones de afectados, donde el 24% de las mujeres la padecen y el 7% de los hombres, aumentando con la edad (mayores de 65 años) hasta el 50% y 29% respectivamente.

Es aconsejable un ejercicio moderado y saludable para mantener la salud pélvica. En caso de incontinencia urinaria, se recomiendan también los llamados Ejercicios de Kegel para fortalecer los músculos del suelo pélvico que implican tensar y relajar, de forma repetitiva, los músculos que controlan el flujo de orina.

Pero también se puede hacer uso de la tecnología más novedosa, como la del BTL EMSELLA, un dispositivo de alta frecuencia electromagnética focalizada, con un efecto inmediato. Cada sesión (se recomienda un mínimo de 6, dos a la semana), equivale a 11 mil contracciones de Kegel, y su efecto es duradero más allá de los seis meses.