Cuando te abandonas plácidamente en brazos de Morfeo, la piel aprovecha para reponer todas las sustancias vitales y garantizar el óptimo funcionamiento de las células. En concreto entre la 1 y las 4 de la mañana, que es cuando las células alcanzan su máxima actividad. A esas horas, en el silencio de la noche, la piel está relajada, oxigenada y totalmente receptiva a los tratamientos. Incluso es más permeable y los activos penetran y se asimilan con más facilidad.
Pregunta a nuestras enfermeras cuál es la que más te ayudará según tus necesidades.